"Uno de los finales más emocionantes que verás en tu vida": el director de 'Los pecadores' recomienda su película favorita
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El aclamado cineasta estadounidense Ryan Coogler, autor de Los pecadores (Sinners), uno de los mayores éxitos taquilleros del año, ha compartido recientemente cuál es, para él, uno de los finales más emocionantes jamás filmados. Aprovechando el fenómeno cinematográfico que ha supuesto su última película, el director ha querido reivindicar una obra maestra del cine japonés que marcó profundamente su vocación artística.
Convertido ya en un referente contemporáneo tras títulos como Creed o Black Panther, Coogler ha conquistado a público y crítica con Los pecadores, una historia de terror gótico ambientada en la década de 1930, en el sur de Estados Unidos. Protagonizada por Michael B. Jordan en un doble papel, esta producción original ha recaudado más de 360 millones de dólares en taquilla y ha elevado aún más el prestigio del cineasta, que escribió y dirigió el filme.
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Con un elenco coral y una trama donde conviven el realismo social, el folclore afroamericano y la amenaza sobrenatural, Los pecadores confirma a Coogler como uno de los autores más personales de su generación. Durante una reciente participación en el ciclo Criterion Closet, el director reveló su admiración por Primavera tardía del maestro japonés Yasujirō Ozu.
El cineasta dijo de ella que tenía "uno de los finales más emocionantes que verás en tu vida", y confesó que su visionado a los 20 años fue decisivo durante el rodaje de Fruitvale Station, su ópera prima. Estrenada en 1949, esta obra clave del cine clásico narra con gran delicadeza el vínculo entre un padre viudo y su hija, atrapados entre el amor familiar y las obligaciones sociales. Según Coogler, el desenlace de Primavera tardía le hizo replantearse su manera de entender la paternidad y el propósito del arte cinematográfico.
Esta reivindicación no sorprende si se tiene en cuenta el gusto del director por historias humanas cargadas de verdad. De hecho, ha citado en más de una ocasión el impacto que tuvieron en su infancia títulos como Boyz N the Hood o Malcolm X, así como su admiración por cineastas como Spike Lee, Gina Prince-Bythewood o Michael Mann. En ese sentido, la elección de Primavera tardía encaja con la sensibilidad narrativa que ha caracterizado su trayectoria, y que alcanza nuevas cotas en Los pecadores, una película que no solo conecta con el espectador por su intensidad visual, sino también por la profundidad emocional de su relato.
El Confidencial